Con “Sesión Doble”, pretendo comentar lo más brevemente posible un par de películas cuyo vínculo entre ambas tanto pueda ser el género que tratan, su director o alguien de su reparto (entre otras similitudes que se me puedan ocurrir)
De ésta manera, aprovecho el tiempo y mato dos pájaros de un tiro, sin extenderme demasiado en mis apreciaciones y como un modo de ir generando entradas con mayor rapidez y frecuencia.
Hoy tocan dos adaptaciones de cómic. Ambas bastantes oscuras pero muy distintas entre sí: “Constantine” de Francis Lawrence y “The Punisher” de Jonathan Hensleigh, ambos directores debutando en esto de las superproducciones comiqueras.
Ante todo quiero aclarar que nunca he leído un cómic de ninguno de los dos personajes, por lo que mis opiniones se basan estrictamente en el aspecto cinematográfico, algo que creo que debería hacerse siempre, ya sea el adaptado un cómic, un libro o un videjuego (en especial, este último)
Ale, menos rollo y al meollo.
La enésima revisión del bien contra el mal, está vez más personificados de lo habitual. Tampoco es la primera vez que Keanu Reeves se enfrenta al diablo en persona, ya lo hizo en la estupenda “Pactar con el diablo”, aunque de forma bien distinta, claro.
La película tiene una atmósfera bastante adecuada al tema y los efectos especiales son sobradamente competentes, aunque no espectaculares.
El personaje de Reeves es bastante apocalítico y a ratos hace uso de un humor cínico bastante agradecido. No obstante, Reeves sigue actuando con la sobriedad que le caracteriza y eso siempre es un punto en contra en todas sus películas (aunque tampoco es un actor que me moleste demasiado)
Por suerte, tenemos a la preciosa Rachel Weisz dando cuerpo y alma a todo el conjunto. Si bien sus habituales muecas con los ojos como platos pueden molestarle a más de uno, hay que decir que sin su presencia la cosa hubiera sido un suplicio difícil de aguantar.
El inicio de la película es bastante impactante y gratificante y de no haber sido así se hubiera hecho difícil engacharse al film, ya que a largos ratos se hace un poco lenta y aburrida. Por suerte, como su director tampoco quiere ser demasiado trascendental y no deasea tampoco aburirnos en exceso, va intercalando la acción con escenas chulas para el disfrute del público más “exigente”.
Sin duda, lo mejor es cuando ese pedazo de secundario de lujo hace acto de presencia. Sí amigos, me refiero al gran Peter Stormare (mundialmente conocido como John Abruzzi), caracterizado (de forma sútil) como el mismísimo Satanás, en un papel que le viene al pego.
En definitiva, una película con un ritmo algo torpe, un Keanu Reeves soso en el papel de un Neo más atormentado de lo habitual, unos buenos secundarios (no olvidemos a Djimon Hounsou y a Tilda Swintom) y un final un tanto molesto. Con todo ello, una película pasable que nos deja con ganas de ver más y mejores secuelas de las aventurillas de John Constantine.
Esta película cayó en mis manos por medio de un amigo, ya que de otra forma ni le hubiera echado un vistazo.
La verdad es que fue excesivamente vapuleada por la crítica. Realmente no es tan mala como quieren hacernos creer.
Tiene sus méritos, aunque son pocos y tampoco la convierten en una buena película y mucho me temo, por lo que he leído, que tampoco en una adaptación fiel al cómic (aquí algún lector del blog estoy seguro que podrá informarme debidamente en ese aspecto ;) )
Sin embargo, es bastante superior a truños infumables como “Daredevil”, de eso no hay duda. Y también es mucho mejor que su versión ochentera, protagonizada por aquel entonces por el famoso (es un decir) Dolph Lundgren.
El inicio de la película es innecesariamente largo y ñoño, luego va mejorando un poquito, pero tampoco están los acontecimientos a la altura del personaje
Thomas Jane impone con su hipermusculado físico, pero lo de la interpretación es algo que aún se le resiste. Para haber matado a toda su familia (motivo de su venganza) pues tampoco se le ve muy cabreado/atormentado salvo por el ya cansino y habitual truco del alcoholismo de turno. Personalmente lo encuentro tópico y cargante.
Pero aquí lo peor no es él, sino las chicas florero de turno. La mala es Laura Harring, la tetuda de “Mulholland Drive”, que tiene un cuerpazo de infarto pero es un petardo de actriz, así de claro. Y luego está la modelo Rebecca Romijn Stamos, más famosa por ser uno de los secuaces de Magneto en la saga X-Men. Sin duda, cuando no habla es mejor actriz.
El toque de dramatismo de la película no me lo creo ni harto de vino. Ninguno de los protas, en ese campo, logra convencerme.
Su director, habiendo comprobado eso, decide recurrir a la acción para hacer algo más llevadero el asunto. La verdad es que el guión es un poco flojito también, pero ahí tampoco voy a ir yo con exigencias.
El gran mérito de Hensleigh es rodar la película sin apenas usar efectos especiales generados por ordenador (uno de los pocos es la escena final con la calavera en llamas). Acción a la antigua usanza. En ese aspecto, creo que su director cumple con buena nota rodando las escenas con mucho oficio. A destacar la escena del mariachi, la del ruso y los últimos minutos del film.
Mención especial para John Travolta, haciendo el papel de típico mafioso que hasta nos resulta simpático y que tan bien se le ha dado otras veces (véase “Cara a cara” o “Operación Swordfish”)
Will Patton también anda por ahí, lo cual también es un favor, ya que me parece un actor muy competente.
Lo peor sin duda, son esos vecinos de tiene Frank, una lacra muy significativa del film. Incluirlos en la trama es un suicidio. Con semejante despropósito es imposible hacer una película en condiciones.
Total, que The Punisher no es tan mediocre como la pintan. Tiene buenas escenas, el ritmo más o menos se aguanta y las escenas de acción están llevadas a cabo con oficio. Pero lamentablemente Thomas Jane no es ni de lejos un tipo atormentado que busque justicia a cualquier precio. Es un tio que aún le quedan ganas de salvar damiselas en apuros y hacer bromitas con helados de fresa.
Un producto que podía haber sido más rentable con un actor más adecuado y con guión con menos chorradas y más consistencia. Pasable y olvidable.
A destacar sus títulos de crédito, lo que más me ha gustado. Y la canción del mariachi, mariachi incluído (la reencarnación de Johnny Cash?? Ya quisiera él). Digo mariachi como bien podría decir rockero o tío que canta country, que nadie se me moleste.
Y hasta aquí la primera “Sesión Doble”.
Como podeis comptobar, lo de ser breve me da a mí que aún es una asignatura pendiente que tengo. Que le voy a hacer, cuando me pongo me animo y no se echar el freno. Maldita sea...
Saludos ;)